La alcaldesa de Jerez, María José García Pelayo, acompañada del Director Ejecutivo de Cayetano del Pino, Fulgencio Meseguer, ha visitado institucionalmente, esta mañana, el nuevo Museo y Centro de Interpretación del Vino de Jerezde Cayetano del Pino.
En el marco de esta visita institucional, Fulgencio Meseguer y María José García Pelayo han sellado el convenio de colaboración en el que la Bodega Cayetano del Pino colabora con el trabajo de restauración, conservación y puesta en funcionamiento del emblemático reloj Pedro Domecq, situado en el Gallo Azul.
Este poste indicador, que sostiene el famoso reloj de Domecq, fue instalado en 1934, resultado de un concurso convocado un año antes por el Ayuntamiento de Jerez para la ubicación de un poste indicador de direcciones frente al emblemático edificio del Gallo Azul.
El artista escultor fue el jerezano José María Rivelott. La fundición del fuste y reloj fueron obra del reconocido empresario jerezano Domingo de la Prida, siguiendo los gustos y la moda del estilo conocida como la “arquitectura del hierro”.
El relojero restaurador José María Galisteo Acedo será quien dirija y ejecute la restauración del poste-reloj. En ella será necesario recuperar y proteger el estado de los hierros, bronces y demás materiales. Se eliminarán los óxidos, y se restaurarán asimismo los carteles de dirección.
Además, el nuevo reloj será provisto de un sistema GPS para controlar la exactitud ante cambios de hora y posibles cortes de suministro eléctrico; también será iluminado desde su interior para ser observado de noche en ambas caras, y se instalarán las tres luces originales en las tulipas redondas blancas.
Finalmente, la Alcaldesa de Jerez, María José García Pelayo, ha firmado en el Libro de honor de la Bodega jerezana, augurando un futuro lleno de éxitos a una compañía que cumplirá el próximo mes de noviembre 138 años de historia bodeguera en la ciudad.
El Centro de Visitas de Cayetano del Pino, ubicado en la centenaria bodega de la Plaza de Silos, cuenta ya con más de 4.000 visitantes desde su reapertura, hace tan solo cinco meses, y se ha convertido en uno de los principales atractivos enoturísticos del Marco de Jerez.