Cayetano del Pino traslada sus instalaciones desde la calle Rosario, donde se fundó el 19 de noviembre de 1886, a la calle Armas de Santiago nº 13 y 15, el 30 de junio de 1890. Las nuevas instalaciones se encontraban junto a los depósitos de agua del Tempul. En contexto, hay que tener en cuenta que a Jerez llega el agua a través del manantial del Tempul en 1869 y por tanto, a finales del siglo XIX esta zona de la ciudad, gracias a la cercanía con el agua era uno de los núcleos urbanos más modernos y con mayor prosperidad.
Asimismo, la nueva finca poseía suficiente terreno para albergar almacenaje de botas, oficinas, litográficas y trabajaderos. Tanto es así, que las instalaciones de Armas de Santiago llegaron a tener catorce dependencias, de las cuáles once fueron destinadas a la producción de los vinos de Cayetano del Pino y tres a diferentes talleres.
Los cascos bodegueros más importantes de la bodega son: San Vicente (en honor a su padre y a su hijo) donde se realizan vinos finos y dulces; San Bernabé (por su señora Bernabea) en la que se envejecían oportos, gracias a sus negocios con Portugal; las Bodegas de Rosario y Trinidad (dedicada a sus hijas) que albergan soleras añejas, algunas de 1809 y la de Santo Tomás de Aquino , que era una bodega dedicada a las prensas.
Para comprobar el auge de Cayetano del Pino en este complejo bodeguero, en el primer año de traslado a la calle Armas de Santiago la Compañía exporta 521 botas, y en 1894, tan solo cuatro años más tarde, exportaba casi el triple (1400 botas). Incluso, aparte de Armas de Santiago la Compañía llega a contar con una nave de almacenaje en calle Lealas ( 500 botas) y otra en la calle Ventura Misa.
Este esplendor bodeguero en Cayetano del Pino duró hasta la muerte de Cayetano del Pino Balbotín (1935), segunda generación de la bodega. A su fallecimiento, la bodega se transformó en almacenista, reduciendo drásticamente las ventas y dejando a la Compañía en un largo letargo de pausa hasta que la cuarta generación vuelve a embotellar ya en el siglo XXI. El complejo bodeguero de la calle Armas de Santiago se deja definitivamente en 1983 cuando Cayetano del Pino adquiere sus instalaciones actuales en Plaza de Silos. Actualmente queda en pie uno de los cascos bodegueros de la calle Armas de Santiago, el más a la izquierda, esquina con la calle Cantarería.
Hay una amplia descripción de las bodegas de Armas de Santiago en tres libros señeros de la época: Siluetas Jerezanas ( J. León Díaz), Reseña de las Bodegas de Jerez ( R. Mena y Sobrino) y España de fin de Siglo( Juan Valero de Tormos).