Cayetano del Pino Vázquez, originario de La Carlota y criado en Sevilla, se convirtió en una figura destacada en Jerez de la Frontera. Su carisma y excelencia en la gestión de la bodega le granjearon una gran popularidad, reflejada en numerosos registros de la prensa local y nacional.
Fue socio fundador de la Cámara de Comercio, donde se unió a destacados comerciantes y exportadores de Jerez, incluyendo nombres ilustres como Williams Humbert y González Byass.
Cayetano se involucró profundamente en la regulación de la industria vitivinícola como miembro de la comisión de vinateros, demostrando su compromiso con el progreso y la calidad de la producción local, en especial con respecto al nuevo impuesto sobre alcoholes (El Guadalete, 29-09-1904).
La temprana pérdida de su padre, Vicente del Pino Guinot, moldeó un carácter solidario en Cayetano, evidenciado por sus numerosas acciones filantrópicas. Entre finales del siglo XIX y principios del XX, se destacó por sus constantes donativos a grupos desfavorecidos y causas obreras, llegando a apoyar a la viuda de Isaac Peral en 1897.
Como fundador del Asilo de la Infancia en 1892, Cayetano del Pino Vázquez contribuyó a una institución vital para el soporte educativo y alimenticio de los niños desvalidos y pobres de Jerez. La Plaza Compañía Nº5 no solo se convirtió en un refugio gracias a las Hermanas de la Caridad, sino también en un símbolo de la compasión y el compromiso de la comunidad, con socios fundadores como Manuel Díez y Gutiérrez Hermanos.
Bernabea Balbontín, su esposa, también desempeñó un papel activo en la institución, reforzando el legado familiar de servicio a la comunidad. La dedicación de Cayetano a la cuestión obrera refleja su profundo compromiso con los problemas sociales de Jerez a finales del siglo XIX.
Cayetano del Pino estuvo especialmente comprometido con la cuestión obrera, un tema que ocupaba gran parte de los problemas sociales en Jerez a finales del XIX y principios del XX. Fue una voz autorizada en este ámbito, destacándose en las reuniones plenarias y colaborando a través de diferentes medios.
Durante esta etapa, donó cantidades suscritas para socorrer a los obreros sin trabajo. Empleaba a trabajadores de otros almacenes en sus propias compañías mientras aquellos no tenían empleo, como se recoge en la prensa local del 9 de diciembre de 1905.
Hombre con grandes habilidades sociales, Cayetano del Pino también participó en diferentes eventos lúdicos de la ciudad, como festejos taurinos, regalos a tropas militares y contribuciones de vino a diversos colectivos.