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Cayetano del Pino Vázquez fue una figura notable en Jerez de la Frontera, cuya influencia trascendió el mundo de las bodegas y llegó al ámbito social y económico. Este artículo explora su impacto en la comunidad, reflejado en numerosas menciones en la prensa local, desde sus acciones altruistas hasta su vida personal y empresarial.
Cayetano del Pino como empresario y fundador
Además de ser fundador de una bodega prestigiosa, Cayetano destacó por su innovación. En 1894, registró patentes de etiquetado que diferenciaron sus productos en el mercado. Su Vermouth Champagne, un producto notable de la bodega, fue distribuido incluso a territorios españoles involucrados en conflictos independentistas en 1896. Estos logros demuestran su habilidad para adaptarse a un mercado cambiante y su visión empresarial.
En la bodega también ocurrieron eventos que llegaron a los periódicos, como el disparo a uno de sus empleados, Benito Morales, y el accidente de otro trabajador que resultó herido por una carrocería.
Compromiso con la Comunidad
Cayetano del Pino fue un ciudadano comprometido con Jerez. En marzo de 1894, durante un incendio en el barrio de Santiago, ofreció dos bombas de agua y sus instalaciones para ayudar a sofocar el fuego que afectaba la calle Cantarería, una muestra de su solidaridad y responsabilidad hacia su comunidad.
Además, a finales del siglo XIX, realizó numerosas donaciones para apoyar a obreros, personas desfavorecidas, eventos locales y cuerpos militares. Destaca su generosidad con el Cuerpo Militar de los Cazadores de Tarifa, reorganizados en Jerez antes de su traslado a Melilla en 1899. Estas acciones consolidaron su imagen como un benefactor y una figura altruista en la ciudad.
Contribuciones Religiosas y Sociales
La religión también fue una parte importante en la vida de Cayetano. La prensa recoge noticias sobre sus donativos a la Parroquia de San Pedro, destinados a peregrinaciones a Roma en 1900. Además, se documenta su participación en eventos religiosos y sociales, como funerales de figuras destacadas como Francisco Trillo en 1900 y Julián González Quijano en 1907, así como en celebraciones familiares, incluyendo bautizos y bodas.
Estas participaciones reflejan su cercanía con la comunidad y su compromiso con los valores religiosos y sociales de su tiempo.
Reconocimiento y Vida Personal
Cayetano fue reconocido en vida como una figura influyente y querida. Participó activamente en la vida social de Jerez, asistiendo a eventos como festejos taurinos y realizando viajes frecuentes a Sevilla y Cádiz. Su relevancia fue reconocida oficialmente en 1902, cuando fue nombrado hijo adoptivo de Rociana del Condado, una localidad que le rindió homenaje dándole su nombre a una calle (actualmente conocida como Calle Cervantes).
En su vida personal, la prensa reflejó el dolor por la muerte de su hija Rosario en 1908, la enfermedad de su madre en 1901 y, finalmente, su propio fallecimiento el 6 de junio de 1918. Su entierro tuvo lugar en la Parroquia de San Pedro, en una ceremonia que marcó el final de la vida de un hombre profundamente involucrado con su comunidad.
