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Esta semana celebramos 138 años de historia de Bodegas Cayetano del Pino, un legado que comenzó con un sueño humilde y que se ha consolidado como uno de los pilares de la viticultura en Jerez de la Frontera.
En 1883, un joven natural de La Carlota (Córdoba), Don Cayetano del Pino Vázquez, dio inicio a su aventura como extractor de vinos, trabajando de forma independiente y ofreciendo su propia selección. Este humilde comienzo marcaría el inicio de una historia de éxito que perdura hasta el día de hoy.
Los Primeros Pasos: La Fundación de la Bodega
En 1883, Cayetano del Pino comenzó a trabajar como extractor de vinos, vendiendo una selección propia de manera unipersonal. Sin embargo,un año después, en 1884, fundó junto a Alberto Romero una sociedad de vinos que, aunque efímera, dejó la semilla de lo que más tarde sería su empresa.
En 1886, junto a Manuel de la Calzada, un miembro de la alta burguesía sevillana, registraron la firma Cayetano del Pino & C. como exportadora de vinos, dando paso a lo que hoy conocemos como la bodega.
La primera sede de la bodega estuvo en la calle Rosario de Jerez, una zona emblemática de la ciudad, donde la bodega comenzó a ganar notoriedad. Posteriormente, en Junio de 1890 se establecieron definitivamente en la calle Armas de Santiago 13, cerca de los depósitos de agua del Tempul, lo que les permitió acceder a la infraestructura moderna de la época.
El Auge de la Bodega: Expansión y Nuevas Instalaciones
A finales del siglo XIX, la bodega alcanzó su máximo esplendor. En 1890, Cayetano del Pino exportó 521 botas de vino, y para 1894 esa cifra había aumentado casi al triple, llegando a 1.400 botas. Además, la bodega amplió sus instalaciones con almacenes en otras calles , como Lealas y Ventura Misa. En 1896, la bodega ya empleaba a más de 150 personas dedicadas a la producción de vino, sin contar a los administrativos, lo que reflejaba la magnitud del éxito alcanzado.
Los Casos Bodegueros y la Producción
Los cascos bodegueros más importantes de la bodega fueron bautizados con nombres muy significativos para Cayetano del Pino, cada uno representando una parte de su vida personal:
- San Vicente, en honor a su padre y su hijo, dedicado a los vinos finos y dulces.
- San Bernabé, por su esposa Bernabea, donde se envejecían los oportos, producto de sus negocios con Portugal.
- Las bodegas de Rosario y Trinidad, en honor a sus hijas, que albergaban soleras añejas, algunas de 1809.
- La bodega de Santo Tomás de Aquino, dedicada a las prensas.
La Transformación en Almacenista
En 1935, tras la muerte de Cayetano del Pino Balbontín, hijo de Don Cayetano, la bodega experimentó un giro en su funcionamiento. Bajo la dirección de Enrique del Pino Balbontín la bodega dejó de embotellar y comenzó a operar como almacenista, suministrando sus viejos vinos a grandes bodegas de Jerez como Lustau y Osborne.
Tras el fallecimiento de Enrique, el negocio pasó a manos de sus hermanas, quienes lo gestionaron hasta 1962, cuando los hijos de Cayetano del Pino y María Ángeles Bohórquez (tercera generación) tomaron las riendas del negocio.
Expansión de la Viña y Nuevas Instalaciones
En la década de 1970, la familia adquirió 50 hectáreas de tierra en la zona de Jerez Superior, que transformaron en viñedo y bautizaron como Viña Cartera. Este paso fue crucial para consolidar la producción de la bodega en la zona. En 1976, los hermanos del Pino Bohórquez construyeron una nave en la carretera de Arcos, donde continuaron con la crianza de vinos, destacando entre ellos el reconocido Palo cortado 1/5
La Nueva Era: Adquisición de las Instalaciones de Plaza de Silos
En 1983, la bodega adquirió las instalaciones de Plaza de Silos, con capacidad para unas 1.700 botas, lo que les permitió continuar con su actividad de almacenaje a pesar de las dificultades que atravesaban los bodegueros de Jerez en esa década. Estas instalaciones, que anteriormente pertenecían a la Bodega Pedro Domecq, eran la bodega de crianza del famoso Fino La Ina.
El Renacer de la Bodega: La Cuarta Generación y el Vino Embotellado
En 2015, la cuarta generación de Bodegas Cayetano del Pino decidió retomar la tradición de embotellar sus vinos, tras un largo periodo de pausa en la comercialización de botellas. El Palo Cortado y el Amontillado fueron los primeros en ser lanzados al mercado, con una media de 18 años de crianza. Estos vinos marcaron un punto de inflexión en la bodega, que comenzó a recuperar el prestigio que había ganado a lo largo de los años.
En 2018, lanzaron un vino excepcional: su Palo Cortado 1/10, proveniente de solo 10 botas de solera, con una vejez media de más de 20 años. Este vino recibió un reconocimiento especial del Consejo Regulador en 2021, cuando fue categorizado como VOS (Vino de una Solera).
No contentos con estos logros, en abril de 2021, presentaron el Palo Cortado VORS, un vino proveniente de las soleras más antiguas de la bodega. La primera saca de este vino fue numerada y limitada a tan solo 150 botellas, una verdadera joya para los amantes del vino.
Una Nueva Etapa: La Adquisición por Grupo Mesgal
En septiembre de 2022, un nuevo capítulo se escribió en la historia de Bodegas Cayetano del Pino. El Grupo Mesgal Patrimonial, S.L., propiedad del empresario jerezano Fulgencio Meseguer Galán, adquirió la bodega, marcando el inicio de una nueva etapa en la que se mantiene firme el compromiso de conservar y engrandecer el legado de los extraordinarios vinos de Jerez.
Bajo esta nueva dirección, la bodega ha ampliado su oferta con nuevas referencias y ha inaugurado un centro de visitas que, en poco tiempo, ha recibido la visita de más de 8,000 personas.